Articulo enviado por Juan Salas (Jurela's Killer) al foro pescamediterraneo2

Cuando hablamos de Spinning marino una de las primeras imágenes que se nos vienen a la cabeza son capturas de varios kilos de peso, como las grandes anjovas y palometones. Quizás sean los peces más deseados y buscados con esta técnica, pero no sólo de estas especies vive el Spinner.
Hay muchos otros peces de tamaños más modestos que nos pueden hacer pasar jornadas inolvidables de pesca con señuelos, bien cuando los grandes pelágicos no abundan, o simplemente por el hecho de pescar peces pequeños con equipos ligeros.
Personalmente, me divierto igual pescando grandes palometones con el equipo pesado, que pequeños jureles con el equipo ultraligero.
El Spinning no trata de pescar muchos peces, si no de hacerlo de una determinada manera, y ese es el encanto de esta técnica.
¿Que entendemos por Spinning ultraligero? Pues es muy sencillo, cañas con potencia de lance 5-15 gr., de 2’10, 2’40 ó 2’70 metros, a gusto del consumidor, carretes tamaño 1000 – 2500, y trenzados de 0,10 mm. de grosor. No se puede tomar como referencia el tamaño de los peces, por que aunque utilicemos señuelos pequeños, puede entrarnos peces de varios kilos de peso. Esto no quieres decir que debamos buscar capturas record con equipos ultraligeros, si no que para peces pequeños, hay que utilizar equipos en consonancia con los mismos, lo que hará todo más divertido.
En el Mar Mediterráneo existen una cantidad muy aceptable de peces depredadores, y por lo tanto, susceptibles de pescar a Spinning. Entre los que nos interesan para pescar con equipos utralight, estarían todas las especies, bien en sus primeros años de vida, o bien por que el tamaño que alcanzan en su edad adulta no es elevado.
Así, podríamos nombrar a los jureles, tanto en su estado juvenil, abundantes cerca de la costa, en el interior de los puertos… como en su estado adulto, sobrepasando el kilo de peso.
Los pequeños palometones, abundantes en las salidas de agua dulce, con los que es muy recomendable utilizar señuelos de anzuelo simple para facilitar su suelta, y trabajarlos rápido para no estresarlos en exceso.
Las anjovas juveniles, súper voraces y muy luchadoras, que atacan cualquier señuelo que se les ponga a tiro.
Las obladas, abundantes en zonas rocosas, y que entran en actividad cuando el viento bate el mar, ocasión que no debemos desaprovechar para divertirnos con ella.
Espetones y barracudas, abundantes en los puertos. Los primeros algo pasivos en su lucha, y los segundos nos pueden dar un buen susto si logramos hacerlas picar con nuestro equipo ultraligero.
Las serviolas son peces muy fuertes, y nos pueden poner en apuros si encontramos una zona donde abunden, normalmente zonas de roca. Puede que la diversión se convierta en sufrimiento si su tamaño es algo elevado para nuestro equipo ultraligero, y vemos como una vez tras otra nos parten en las rocas, y que la secuencia, lace, picada, pérdida de pez y señuelo se transforma en una constante.
Los pequeños atunes, como las bacoretas, los bonitos, las melvas… son capturas muy divertidas con este tipo de equipos. Lo normal es que arqueen la caña al máximo y nos saquen varias decenas de metros de hilo, lo que siempre es divertido. Una vez que se paran en el fondo, comienza el sufrimiento para bombearlos hasta la superficie con equipos tan ligeros.
Las caballas y las llampugas siempre son especies agradecidas que atacarán nuestros pequeños señuelos de pocos gramos con saña y nos harán pasar momentos muy agradables.
Es una gozada pescar peces araña en la playa con el agua por la cintura y un pequeño minnow de 5 gramitos.
Las lubinas, en muchas ocasiones no atacan nada que no sea un señuelo extremadamente pequeño, bien por que se estén alimentando de peces cebo de ese tamaño, o bien por recelosas y desconfiadas.
Los señuelos que se emplean con estos equipos pueden ser de todo tipo: minnows, jigs de plomo, jigs de Bucktail, cucharas ondulantes, vinilos montados con cabeza plomada o sin ella, incluso señuelos de superficie como pequeños poppers, paseantes, hélices…
El denominador común de todos ellos será su escaso tamaño y su bajo peso. Señuelos de 30, 50, 70 milímetros serán los adecuados, y de pesos en torno a los 5, 7,12 gramos. El mercado tiene muchos artificiales de este tipo, enfocados a la pesca de la trucha, o del Black Bass, que nos servirán perfectamente una vez cambiados poteras y llaveritos por modelos específicos para agua salada.
La pesca de peces de pequeño tamaño con equipos ultraligeros es tan emocionante y divertida como la de las grandes anjovas y palometones con equipos pesados. Las zonas donde encontraremos a estos pequeños depredadores son las típicas del Spinning en el mar, como las salidas de agua dulce, los exteriores, bocanas e interiores de los puertos, las escolleras, los bajíos, las playas…
Una cañita y un puñado de pequeños artificiales es lo único que necesitamos para pasar un rato divertido con los pequeños depredadores de nuestras costas. Pequeños de tamaño, pero enormes en agresividad y diversión.