La pesca recreativa colabora con la ciencia
La colaboración de los pescadores, tanto recreativos como profesionales, con los trabajos de investigación que lleva a cabo el Instituto Español de Oceanografía (IEO) es básica para llevar a buen puerto numerosos estudios del comportamiento biológico de ciertas especies, con el fin de contribuir a su aprovechamiento sostenible. En este sentido, la pesca sin muerte para el marcado juega un papel
esencial, por ejemplo, en el conocimiento de las rutas migratorias. En un esfuerzo por aprovechar para la ciencia la actividad de los pescadores deportivos, en julio de 2008 se firmó un convenio de colaboración entre el IEO y la Confederación Española de Pesca Marítima de Recreo Responsable. Este convenio establece la realización de cursos prácticos de marcado impartidos por personal de la institución oceanográfica en distintos puertos del Mediterráneo, donde la Confederación celebra un concurso de marcado y suelta llamado Desafío Mediterráneo. Durante el concurso los pescadores realizan la captura, marcado y suelta de atunes con fines científicos. Este acuerdo ya está dando sus primeros frutos: en octubre de 2008 se consiguió la primera recaptura de uno de los ejemplares marcados, en concreto de un atún blanco que fue soltado dos meses antes frente a las costas de Valencia y que fue recapturado al sur de Menorca.
El IEO colabora actualmente con un colectivo de más de 200 pescadores deportivos. Además, la institución suministra el material, recibe la información de los datos de marcado y de las recapturas, elabora la información y la envía a la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICATT).Adicionalmente, el IEO realiza una cartografía de los resultados anuales e informa al colectivo de pescadores deportivos de los resultados científicos conseguidos gracias a su colaboración. Estas actividades constituyen una clara demostración de las grandes posibilidades científicas de la cooperación entre la pesca recreativa y la investigación científica.
Unidad de comunicación y cultura científica del IEO
Actualmente somos muchos los que practicamos la pesca recreativa en el mar y convendría saber que la pesca sin muerte, puede resultar una herramienta de gestión pesquera muy importante, al igual que lo son la talla mínima o la limitación de capturas.
Sólo una gestión pesquera inteligente puede mejorar: el estado, la población de los peces y su talla media. Aunque no somos el único sector que incide sobre el recurso pesquero, la responsabilidad ha de convertirnos en ejemplo de comportamiento.
¡En definitiva trabajamos para nuestro futuro!
Esto no quiere decir que renunciemos a los límites legales a los que tenemos derecho, sino que debemos tener un autocontrol sobre que hacer con las capturas. Unas veces será razonable pescarlas tradicionalmente y otras soltarlas.
Pero hemos de tener en cuenta, que algunas de las normas a las que hemos de dar cumplimiento no son del todo acertadas, como la de las tallas mínimas que no coinciden con las de primera madurez en varias especies.
Muchos estudios demuestran que la supervivencia de los peces capturados con caña y anzuelo es muy alta, por tanto, la “captura y suelta”es una importante herramienta de conservación, que permite la sostenibilidad de nuestra actividad de ocio preferida: la pesca de recreo.
Para asegurar el éxito de la liberación del pez, es necesario que el pescador tenga la precaución de preparar la posibilidad de soltar la captura.
En qué casos hemos de hacer la pesca sin muerte
Los peces que se encuentran en la época de reproducción o que aún no son maduros sexualmente son claros candidatos a ser liberados, la ética del pescador recreativo no puede permitir cometer un error tan grande, y siempre que el autocontrol nos indique que ya tenemos suficiente para un consumo personal.
Precauciones:
La decisión se debe tomar antes de hacer la captura y tener las cosas a punto, saber cuales peces liberaremos y cuales nos quedaremos.
Reducir el tiempo de lucha de la captura, tiene un efecto de minimización del estrés. Si la pesca se hace al curricán, al tener una picada, es conveniente parar la embarcación ya que una captura arrastrada por superficie deja de pasarle agua por las agallas.
Es importante acortar al mínimo el tiempo que estará el pez fuera del agua y si se puede no sacarlo de la misma, mejor. En el caso de sacarlo completamente del agua, se debe utilizar un salabre sin nudos o de silicona y también puede utilizarse un lazo de cola.
No son nada aconsejables los instrumentos que aguantan el pez por la mandíbula.
Material de pesca:
La captura con equipos ligeros vivencia, por tanto cabe adecuar el cansarán mucho al pez y puede equipo de pesca a las capturas que se comprometer seriamente la super-puedan hacer.
Anzuelos circulares
Los anzuelos circulares o sin muerte pueden ser opciones muy válidas, ya que los anzuelos circulares se clavan a la boca sin herir partes internas y los circulares sin muerte no hacen ningún daño al ser retirados. Caso de ser muy difícil la extracción del anzuelo y si vemos viable la vida del pez procederemos a cortar la línea y liberarlo con el anzuelo clavado. En esta caso deberemos evitar en lo posible los anzuelos de acero inoxidable.
Para reducir aún más esta posibilidad y siempre que nos sea posible, es conveniente el uso se señuelos artificiales que habitualmente no son tragados.
Si pescamos con cebo natural, vivo
o muerto, el anzuelo circular estará especialmente indicado.
A ser posible con los anzuelos convencionales y sobre todo con los anzuelos triples, debemos hundir las muertes y de esta manera evitaremos daños en la extracción.
Siempre que nos sea posible no sacaremos el pez del agua desde donde le sacaremos el anzuelo con las herramientas adecuadas.
Si decidimos embarcar la captura hay que tener pensado un sitio adecuado para que no se golpee, que este limpio y mojado con agua de mar para evitar la pérdida de la mucosa protectora que cubre los peces que les protege de las infecciones, a este efecto se puede usar una cama de marcado especialmente pensada para este propósito y usaremos las manos mojadas para manipular la captura ya que los guantes pueden llevarse la protección.
Hay herramientas para ayudar a sacar los anzuelos de la boca de los peces sin casi tocarlos como son pinzas, desanzueladores y otros útiles que no pueden faltar en la caja de un pescador.
Retorno al medio:
Para a retornar el pez a su medio hemos de valorar su estado de vitalidad, si está muy activo se puede retornar inmediatamente dejándolo caer al mar de cara y de poca altura, si por el contrario está muy cansado procederemos a recuperarlo sujetándolo de la cola y con el pez dentro del agua facilitar el paso del agua por las branquias. Este proceso puede ser bastante largo en función del agotamiento del pez, puede durar hasta 10 minutos o más, en estos casos esperaremos a que el pez muestre síntomas muy claros de estar recuperado.
Este tipo de pesca en algunas especies presenta una dificultad añadida para la pesca sin muerte, pero es posible practicarla.
El problema que presentan estas capturas es por razón del aumento de volumen del aire de la vejiga natatoria, que al disminuir la profundidad el volumen del aire que contiene aumenta a razón de doblar el volumen por cada 10 metros de profundidad que sube, provocando la expansión de dicha vejiga y otras consecuencias accesorias como son el desplazamiento del estómago que puede salir por la boca o parte de los intestinos que pueden salir por el ano, en estos casos tendremos la precaución de no manipular ninguna de estas partes que sobresalen del cuerpo.
Método en estos casos:
Una de las precauciones a tener en cuenta es subir la captura lentamente para permitir al pez expulsar de una forma natural el exceso de aire, para evitar la perdida del pez al notar la picada lo clavaremos con un movimiento seco y procederemos a subirlo lentamente.
Para devolver el pez a su medio debemos valorar su estado, pero si el pez esta suficientemente vivo hay que desinflar la vejiga natatoria con una aguja hipodérmica (que mantendremos en un bote con alcohol) clavada a 45
grados en la base de la aleta pectoral lo suficiente para oír como sale el aire sobrante, si es necesario ayudaremos al vaciado con una leve presión, en ningún caso pincharemos el estomago ya que solo dificultará la recuperación del pez, de esta forma el pez podrá volver al fondo y recuperarse.
Hay estudios recientes con peces de fondo que han demostrado que con unos 4 días la vejiga natatoria ha recuperado su funcionalidad y que con dos semanas la recuperación es completa.